Huerto urbano para Dummies III: Tareas de Otoño

 

Con la llegada del otoño empieza a visitarnos el frío y nuestro huerto va a tener que empezar a contar con un cambio si queremos que siga un ritmo productivo adecuado.

En primer lugar vamos a terminar de recolectar todas las variedades que hemos venido cultivando durante el verano. Es el momento de recolectar los últimos tomates, pimientos, calabazas, etc. Todo ese tipo de hortalizas de periodo estival que ya han tenido que rendir lo suficiente. También es el momento de recolectar las últimas aromáticas y dejar que las demás sigan su curso (algunas como la albahaca se agotarán y otras como la menta o la hierbabuena se pondrán algo feas durante los meses venideros, pero en primavera regresarán con fuerza). Si nuestras aromáticas están plantadas en pequeñas macetas, podemos moverlas al interior de nuestra vivienda para evitar que sufran demasiado frío y así alargar su aprovechamiento un poco más.

 

La poda y el abonado

 

Con frecuencia se recomienda el podar a matarrasa (toda la parte aérea del vegetal), mover el sustrato y mezclar los restos de poda con la tierra de la que disponemos, puesto que ésto aportará nutrientes. En realidad es un buen método de abonado con un par de matices: dependende del perfil de tierra del que dispongamos y del espacio del que dispongamos para plantar otras especies. Si tenemos una pequeña parcela con tierra vegetal en abundancia, es una buena opción, pero si nuestra opción es sembrar en macetas, os damos la recomendación de eliminar los restos de cultivo (al contenedor de podas u orgánicos en su defecto) y anñadirr en los medios de cultivo  1 cm sustrato de humus de lombriz o cualquier otro abono. Los restos de poda o de cultivos tardan en degradarse y en un pequeño recipiente no lo hacen de la misma manera que en “tierra viva”. Además, nos encontramos en una época en la que la temperatura baja y la humedad aumenta, con lo que el riesgo de enfermedad de los vegetales por parásitos y hongos aumenta. Tener restos de poda fermentando en un espacio reducido aumenta la actividad microbiológica del suelo y éso entra en competencia con los vegetales que queramos sembrar y plantar, haciéndolos aún más vulnerables a las plagas señaladas.

 

¿Qué siembro y planto en otoño en un pequeño huerto?

 

• Siembras: rabanito, rúcula y canónigos. Hacer la siembra directa en surcos y esperar 7-8 días entre una siembra y otra para evitar que la producción sea toda de una sola vez. En la medida de lo posible sembrar cuanto antes para evitar las heladas. Si disponemos de un buen perfil de tierra (por encima de los 20 centímetros de profundidad) podemos proceder a la siembra de zanahoria. En el apartado de aromáticas podemos proceder a la siembre de cilántro (si nuestro frío no es muy extremo) y también es buena época para la siembra de la caléndula.
• Plantación: en las tiendas en las que se pueden adquirir plantel, habrán comenzado ya a traer brócoli, coliflor, repollo, coles de bruselas, etc. En general, siempre y cuando tengamos recipientes con una profundidad superior a 25 cms podemos tratar de cultivar todas estas especies crucíferas. Combiene otorgarles una buena separación también (marcos de plantación de unos 30 cms) puesto que son bastante demandantes de terreno. Les gusta los suelos franco-arcillosos, bien regados y con buena disponibilidad de materia orgánica (mportante haber realimentado el suelo con humus de lombriz). Si no disponemos de tanto espacio, podemos tratar de plantar ajo y cebolla (variedades de frío) y lechuga y lombarda (de invierno).

 

Recomendaciones

 

• Controlar los riegos puesto que en esta época la humedad por lluvias y bajada de horas de insolación pueden afectar a los cultivos, facilitando la aparición de hongos.
• Intentar ofrecer a los vegetales la mayor cantida de luz y sol posibles.
• Proteger los cultivos (plásticos, botellas, etc), especialmente en zonas con riesgo de heladas.