Hoy os explico esta receta para elaborar lejía con cenizas, que con el frio que está haciendo este invierno, la materia prima la tenemos asegurada.
La colada con cenizas estuvo en uso en las zonas rurales hasta mediados del siglo pasado. Mi madre me contó hace años sobre esto, de como ella lo llegó a usar, en el pueblo, para blanquear la ropa. Esto me ha recordado lo importante y enriquecedor que es hablar y escuchar a la gente mayor.
El carbonato de potasio presente en la ceniza de madera, al mezclarse con agua caliente forma hidróxido de potasio dando lugar a la lejía de ceniza. Al ser una lejía (más suave que la comercial) hay que tomar las precauciones oportunas, tanto en el contacto con la piel como en el uso de recipientes. Estos han de ser de acero inox, cerámica, plástico duro o cristal (una vez que tengamos la lejía fría). Como recomendaciones deciros que es preferible el uso de maderas duras como el roble, la encina o haya y aguas blandas como la de lluvia.
Retomando esta costumbre podremos tener en casa un producto a coste cero que además es respetuoso con el planeta: estamos dando un valor a un residuo, evitando el consumo de envases y otros productos de limpieza con alta toxicidad.
¿Has probado la lejía de cenizas? ¿Usas la ceniza para algo más? ¿Nos cuentas tu experiencia?
